Tu pecho craso de pétrea piel
Dejó un olor como que era hiel
Y a veces tufo como de hombre
Y a veces dulce como que es miel

No encuentro fecha para yo amar
Los bellos ojos de tu mirar
Y yo confuso mirando al cielo
Tu olor a hombre quiero aspirar

Mi cielo turbio era carmesí
En esa tarde cuando te vi
Y se hizo azur y se hizo grande
Se hizo alto y de frenesí

Las aves todas en su volar
Miraron bajo de su admirar
Un hombre absorto en la faz de otro
Que le ignoraba en su caminar

El parque grande a medio llenar
Tan complaciente te hizo acercar
Y yo nervioso mirando al suelo
Mis ojos negros sin levantar

Sentí en mi nuca tu inquisición
Llenos tus ojos de gran pasión
Mas enturbiados verde esmeralda
Pues tú deseabas mi rendición

Te digo macho ya me rendí
Ya estoy ahogado en tu frenesí
Dejé mi hombría otrora colgada
Toda mi vida te conferí

Ya soy tu lecho de gran placer
Al ritmo libre de tu mover
Tu pelvis dura como la piedra
La mía rompe en mi padecer

La gloria misma reconocí
Y a los infiernos yo descendí
Entre tus brazos, áspero y rudo
Hombre mi vida toda te di

Sentí en mis poros depravación
Y ante mis ojos desolación
De ver que todo era fantasía
De ver que todo de ti es ficción

Yo sueño siempre poder tener
Algún lugar en tu menester
Mas la ignominia de mis mentiras
Alejan siempre tu rudo ser

Tu falo enorme con gran rencor
Muestra ante mí su ordinario ardor
Y tomas libre más sin permiso
Con tosquedad todo mi pudor

Mi cuerpo crespo y casi de cal
Se eriza entero ante tu arsenal
Tu guerra dura y sin tregua justa
Mi cara torna hacia un arenal

Pareces toro en ofuscación
Grandes tus fuerzas de exposición
Pareces odio, pareces fuego
Pareces Dios en plena explosión

Tu dura vida y tu dura faz
Tu craso ser horas deja atrás
El tiempo intacto deja tu rostro
Buscando sexo la pasarás

Contando el tiempo intimidarás
Y en suaves camas me acostarás
De nada sirven las suaves nubes
Pues con tus fuerzas destrozarás

Mi alma cautiva dimitirá
Libre albedrío abandonará
En todo caso entregó su todo
Y parte tuya más ella será

Dragué del cielo al fondo del mar
Busqué mil horas que descontar
Y tu bien sabes no vi descanso
En vez tus ojos no pude hallar

A ti busqué para depender
De ellos tus brazos mas de prender
Yo vi el reflejo de un desolado
Pues la vergüenza en mi se hizo ver

Y es que por esto mi alma vendí
Poco de cielo y un poco de ti
Dejé mi hombría y dejé mi espora
En toda el alma yo a ti me di

Mis manos toscas ya no han de ser
Mi fuerza nunca puede crecer
No veo me fuerte y ya no soy hombre
Mi falo más no ha de poseer

Entero pues yo me destrocé
Cuando mi llave yo te entregué
Yo me hice entonces rey destronado
Ante ti Adonis, yo me cegué

Y ahora veo con gran terror
Que no soy causa de tu dolor
Te soy un juego muy divertido
Tus manos mi alma ven sin pudor

Palabras dulces sabes decir
Pero muy pronto puedes mentir
El miedo suena a tu voz tan ronca
Mas canta ingrata mi desvivir

Pero mi miedo sabe calmar
Tu voz profunda más aún que el mar
Me besas suave bajo las laras
Su sombra en ti me ha de aletargar

Y nueva vida me das a mí
Inspiras todo mi frenesí
Me haces feliz ante mi locura
Por ti de nuevo por horas gemí.

Ten mi corona mi gran emir
De nuevo estréname en tu seguir
Poséeme todo otra vez austero
Y tu corona hazme descubrir

Tú traes con tigo toda amistad
Olor a cielo y a libertad
Y del naranjo tan sano y cano
Tu dulce fruta de la verdad

Empero a veces vienes a mí
Con tal la furia que nunca vi
Olor a hombre en fruta podrida
En ti mi hálito descubrí

Tu vello en pecho y abdominal
Parece paja en un praderal
Y yo corriendo en sus horizontes
Dejé el pasado mío virginal

Mírame fijo, mi gran emir
Y por la vida yo he de gemir
Te amo tanto y desconocido
Mi hombre de acero hazme revivir

A ti me doy mi gran dios del mar
Y más que amar, hazme más cantar
Encuentra entonces mi alma en la cama
Y ahora más hazme más aún que amar

Y los poetas no cantarán
De las canciones que olvidarán
De mis poemas dados al hombre
Más que en mi cama no encontrarán

Y otra vez hazme descansar
Y otra vez se razón de amar
Yo te reitero, mi dulce hombre
Yo solo a ti he venido a observar.