Hoy miré mis putrefactas manos. Querían decirme algo. Y al ver ese rostro tan cruel, tu sonrisa quiso decirme algo. Pero yo no le presté la menor atención. Cuando despuntó el Sol, y el alba fue cruel, nos tomamos de las manos, diciendo que el Sol pretendíamos beber. Pero el Sol no decía nada; estaba ahí, mirándonos, como si no consiguiera entender. Y fuera de sí, cantaba y nos instruía sobre lo que podíamos cantar ¡Pero qué rapido corrían los días! Corrían y corrían, pero no nos dejaban correr. Oh, dulce melancolía... ¡déjame correr! tú corres, tú cantas... y tus dulces me encantan. Durmiendo contra la mpared había un gatito, - ¡Hola! - decía su sombrerito. Y yo lo saludaba; tan tierno era, que acercármele no pude evitar, ni acariciar su cabecita de cristal. Él me miró con sus ojitos verdes y tiernos - Ahh... tan tierno era-. Y se puso a cantar. y por mi vida juro que jamás escuché canto más hermoso que aquel... que rodando por la noche llenaba mis oídos... El agua se llevaba un barco... de papel. y mi mirada se situaba en el olvido. El agua comenzaba a caer. Y el gato se había ido. Yo, con mis ojos grises... empapada... no sabía qué hacer. Caminé por el frío desierto que era el cementerio. Hasta que llegó él. Y me inundó su mirada. Pero sola, desolada, sabía que no era él... Tan sólo un espejismo de mi dulce niñez, que fáciulmente pude atravesar. Y la Luna me observó desde el cielo. pero las nubes entre nosotras se interpusieron: no querían que nos conociéramos. De modo que continué micamino... me perseguía el olvido... Lloré un poco de lágrimas, hasta que la música me sumió en un sueño fatal. No pude más que desmayar... No pude escapar... Y en mi sueño estaba en la Cárcel... la Cárcel de la Soledad... "...Through the darkest hour, grace did not shine on me..." Esa voz... Había escuchado esa canción en algún otro lugar... Y no pude más que volver a llorar. en la oscuridad. "In the darkness, I was stumbling for the door, to find a reason, to find the time, the place, the hour..." Rogué que dejaran de pasar esa canción -me estaba matando- pero nadie me hacía caso... Y yo me tambaleaba y buscaba una puerta... Y la tanteaba, pero la puerta no se movía... Comencé a gritar, pero mis gritos nosirvieron de nada... enloquecida por aquellas palabras, no pude más que dejarme caer... morir... Un enemigo me acechaba. Me atravesó con sus garras. "Beware what stalks you in the night..." Y la muerte me alcanzaba... Se hacía más fuerte con cada respiro que me quitaba... Y aquel enemigo y ella, eran aliados... Caí y morí. Y ahora sé qué se siente... ser olvidado. Que vaya alguien a tu lugar de trabajo y nadie mire a la persona que ha entrado; que comuniquen un par de palabras... Todos leyendo un sucio diario. pero mis lágrimas son de Cristal Eterno. Ellas aguantan el más frío invierno. Ellas caen y se rompen contra el piso. Se rompen... Mis únicas aliadas, mi único abrigo... en una noche estrellada... Mi único alivio.