En el éxtasis de la locura Vive un hombre cansado Que no puede seguir el ritmo De tu amor acelerado Te perdí entre montañas Corriste hacia el vacío Yo gritaba como un inútil Apelé al fulgor de los niños Ahora te lloro como un cocodrilo Como un adoquín a su soledad Sin alquitrán que me arme Dejado sin amor y sin piedad Mas un político diría Que son consecuencias del juego Ahora este no fue la pallana Sino el corte del as de espadas Oliverio ni miraría Adolfo no está presente Estoy yo sólo en mi pena Con una angustia creciente Amarte era es todo lo que quiero Amarte y no hacerte daño Pero como todo cocodrilo De naturaleza aniquiladora soy dueño.
Texto agregado el 13-12-2008, y leído por 174 visitantes. (1 voto)