Justo el día en que todo se veía perder, llegaron mil ideas a mi aparente fracasada vida.
Ese nublado día en que todos corrían a refugiarse, yo en medio de la insaciante tormenta, apreciaba con impresionante curiosidad como un perro y una gata se cubrían de la lluvia...al igual que un pajarillo que trinaba por el frio sin sentir una sola gota de autocompasión, vi correr a un anciano que llevaba entre sus manos una vieja maquina de afilar tijeras y en él unos bolsillos rotos de hambruna, escuche a lo lejos un hombre tortuga zambullirse en el pantano y observe con gran satisfacción las huellas latentes de mi mayor admiración, las de aquel que se autodenomina el predicador!!
Mil emociones en cada lagrima de la dama de las aguas, que regalan a los viajeros como yo el mas grande de los tesoros, sin tener que aprender a volar como lo intento el cuervo loco que come flores y moscas, sin perder un solo grano de arroz como en el cocinero de Dios y sin pasar horas encerrado, pataleando y lloriqueando por que un simio me gano la comida, noooooo....solo tuve que ver dentro de mi al gran héroe, aquel a quien yo mismo digo: EL PREDICADOR!