Ella era una alumna aplicadisima, inteligente, astuta y bonita. Inspiraba en su circulo colegial una envidia irritable. Y no es de dudarlo ; cruzaba la puerta con un libro pesado bajo su brazo y todas decian : "mirenla, hay viene otra ves ella", y yo les decia: callensé brujas , y iba y le conseguia una silla. Me miraba super agradecida y sin pronunciar palabra alguna. Con pena.
Y aunque fuera y le consiguiera la silla una y mil veces,no eran razones suficientes para ganarme su aprecio y su confianza. Lo malo es que si era bastante callada ; en descanso, con las unicas que charlaba, eran con las pocas amigas queridas del circulo. A mi las ganas de escucharle su voz me tenia preso de angustia. Hasta que un dia, mientras recorria la zona verde, oi un murmullo de voces que venian de la vuelta ; cruce y alli estaba, a unos cuantos pasos, era la mas lucida del circulo.
Dí pasos largos, golpeé con seguridad el piso; me arreglé el cabello, me acaricé la mejilla, una a una. Luego, al aproximarme a aquel circulo con buena presencia tocarón el timbre y ellas se alejarón sin notar que yo me acercaba.
Al entrar al aula yo era el primero que me acomodaba ; luego me paraba -y como siempre- me acercaba a su silla para areglar su posición y recogia los papeles de dulce que dejaban regados. Ella al entrar, notaba una alteración en el orden, y sin estremecerse se arreglaba la falda y se sentaba con una frescura envidiable ; habia veces que dejaba entreabierta la ventana y todo el viento que llegaba se le iba en toda la cara y ponia como erizos sus cabellos.
Y haci era todos los dias : llegaba (con dos o tres libros bajo el brazo), y no faltaba quien la mirara de reojo y con disimulo. Ahora no les decia brujas sino niñitas tontas, ¿quien iba a decir algo?. Nadie. Como esa alumna no hay nadie, promete. Estoy convencido que en la graduación ella sera la unica que condecorén. Por el lado de la puerta alguna dijo : "mirenlo, esta enamorado. Creé que con conseguirle la silla todos los dias la va a conquistar de buenas a primeras. ¡Iluso!..
Todos los dias escuchaba lo mismo. Desde la puerta, desde el pizarrón y de afuera : "iluso", "enamorado" : "soñador", "ingenuo", "pobre". Yo las escuchaba y no les decia nada, pero tampoco me serenaba de a mucho. Sucede que en estas llevo un mes completo : "buscar la silla, sacudirla, dejarla parejita con las demas, y ella, mi alumna preferida ; la de los libros de hojas gruesas ; la que nunca hablaba con las que le murmuraban ; la que nunca conoci bien ni supé su nombre, de la que me enamore, que por ella cai en los dichos y gritos, no regreso,no volvio. Pero yo siempre le sere su fiel criado : su sillita firme y limpiecita que le espera hasta el fin de los dias |