Ven, besa mis labios como otros días,
pero esta vez róbame el aliento,
y déjame intactas las ansias de quererte.

No me digas que no puedes,
solo hazlo, hazlo con devoción infinita
y con el deseo acumulado de mil lunas.

Mírame otra vez a los ojos con intensidad y con locura,
deja que tus ojos hablen y me cuenten,
una o mil veces, tus deseos más profundos.

Ven ahora que me queda mucho más que un solo beso,
ven y déjame robarte el calor, las ansias, los deseos.

Vean ahora que te estoy queriendo como nunca antes
y átame a tu cuerpo con los lazos del deseo.

Ven ahora que mi boca pide a gritos
los sabores de tu piel y de tus besos,
inunda mi cuerpo con tu calor,
abriga mi corazón con tu cariño,
y una vez más y sin piedad,
arráncame la vida en un suspiro.