Ahora, yo digo, no, ¿no era más fácil salir a correr, no sé, andar en bicicleta, ponele, jugar al fútbol? ¿Eh? Porque está bien, él sintió que quería tonificarse y decidió hacer ejercicio, me parece irreprochable. Pero de ahí a comprarse esta máquina enorme, que te ocupa medio living... no sé. Me parece medio mucho, ridículo. Pasame la sal. Gracias. Además, es obvio: hasta el más salame se aviva de que ninguna máquina te sirve para TODO el cuerpo. Mirá lo que dice, oí: "Nuevo Fabuloso Corpore-Machine. Modela piernas y brazos, ensancha tórax y espalda, levanta glúteos, esculpe el abdomen, revitaliza genitales." ¿No es mucho? Yo no me creo ni la mitad, che. Los glúteos, no sé si soy yo, pero me pareció vérselos más felices. Ahora, todo el resto... deja mucho que desear. Y ya hace casi un año que lo compró, ¿no? ¿Sigue pagando las cuotas? Por Dios, qué manera de malgastar la plata. ¿Pancito para mojar acá en la yema no tenés, no? Dejá, no hay problema, lo como así. Qué invento el huevo frito, eh. ¿Vos no sabés si la gallina llega a empollar el huevo que se vende? Ah, mirá vos. O sea que... Ah. Ahí está la cosa. O sea que si yo veo una gallina empollando es porque quieren que salga el pollito y así. Nada que ver.
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