Liberadora y limpia sobrecarga
la plenitud de nuestro diario encuentro
donde logramos ser el epicentro
de ese temblor que al universo embarga.
Porque en nosotros el amor se alarga
como un río que fluye desde adentro,
un viento puro que en su vivo centro
de hacernos uno en su ciclón se encarga.
Y en ese abrazo pleno y transparente
somos un solo sol incandescente
prodigando el poder de su energía.
Porque el amor imanta y estremece
como relámpago que fortalece
la pasión de tu alma y de la mía.
H. G.
Texto agregado el 10-12-2008, y leído por 662
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Que soneto, dios mio, una belleza. Desde el título al último verso, es una obra perfecta.
neige
22-01-2009
Leo tu poesía en voz alta y es una melodía perfecta que yo misma soy y seré incapaz de cantar...
¡Qué belleza, Hugo! Admiro tu sensibilidad y la pureza y el talento con las que ella se expresa en tu decir.
Todas las ***** y siempre, un placer leerte. lancy_