II CAPÍTULO ( la sumisión )
... Todos los días el gran Histrión observa el imponente Historial tallado donde el sol nacía, antes de ayer, donde nunca estuvo y siempre fue.
Su locura por obtener más, y más,,, lo hacia enfurecerse hasta hacer temblar la tierra primera, sus lacayos se eclipsaban temerosamente al ver sus espasmos simultáneos de oprobios contra si mismo, se frisaba las costillas con sus garras hasta fluir sangre, la cual sus pajes la lamían desde sus pies.
Desde lejanas tierras áridas, se escuchó su gran lamento desgarrador, tan impresionante que muchos lloraron por este melancólico aciago risible, pero la vida es así, como el campesino que necesita la lluvia para vivir.
La noche volvió a rugir, colisionaron las nubes negras, el gran estallido hizo lamentar el cielo oscuro, el riachuelo se convirtió en río y este se desbordo, muchos en pleitesía murieron ahogados, su locura renació... La omnipotencia grabó su firma en la tierra.
Para saciar su ansiedad, su cuerpo en sierpe se arqueó, y furiosa su lengua a estéril lugares llegó, sin entender lo que sentía mi alma, mi atónito comportamiento solo me dejaba ver como el tercer se revolcaba entre las piedras del indómito lugar, los escribas festejaban los gestos ridículamente certeros para demostrar que era poseedor del si y no de las cosas. Una vez más demostró su fuerza en ellos.
Victorioso Noche, tras noche, desde su trono, levanta la mirada su cabeza hacia el suelo y en forma majestuosa ríe,,, lleva en su cuello sus triunfo.
Majestuosamente el Tercer Trillizo, camina por las alcantarillas sobre los destrozados dorsos desnudos de quienes fueron sus principales Maestros.
El silencio se hizo en el desértico paisaje, acaso los pocos Nigromantes se sumaron a la sumisión?
Plasa
plasa
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