El Tercer Trillizo, un espíritu bizarro, un súper-actor, irónico que lucha por ser acaparador a toda costa de un logro no realizado, su ira la desborda contra sus propios colaboradores, “pero el accionar del gran histrión destronó toda ilusión, su primera meta fue fácil”. Este Antihéroe nace hace muchos años atrás en un pedazo de papel cuando cursaba el séptimo año básico, lo interesante de estos relato son sus acertijos, si uno se pone a buscar los resultados, posiblemente se sienta tocado en alguna forma.”Victorioso Noche, tras noche, desde su trono, levanta la mirada su cabeza hacia el suelo y en forma majestuosa ríe,,, lleva en su cuello sus triunfo”.

I CAPÍTULO ( el despertar )
….Aquella noche estrellada el viento dejó de cantar, el silencio se hizo bulla, tan molesta que hasta los grillos desentonaban al punto de quedarse atónito por el gran mutismo reinante, de pronto el firmamento se apagó, y el reino imperialista puso su ley. Brotó El Tercer Trillizo como petróleo sale de la tierra, abrazó con fuerza su Lanza, que tanto costó construir, la arrancó del suelo como si fuera una débil flor del llano. Pedía reverencia apuntando con ella a todo lo que respiraba, desde ese momento seria el eje del sistema.
El Tercer, hundió sus garras en la Lanza y la envenenó con su déspota ceguera de poder y avaricia, su reino lo marcó en el cuadrante grande de los encadenados y desde ese abismo hacia leyes para su interés feudalista.
Su carácter de actor, hacia creer a los demás que era dócil y amable, escribía con fuego que germinaban de su ojo derecho, ya que el izquierdo no apartaba la vista de sus lacayos, anotaba en piedras de color crudo, las lamentaciones que lo forzaban a dejar su poder, dejó caer la Lanza al suelo fangoso pero la volvía a tomar y con coplas impuras a ella limpiaba y la dejaba caer, realmente no entendí porque hizo esta operación cinco veces, pero la explicación está acá mismo.
No todos sus pajes estaban de acuerdo con esta acción, ellos creyeron que cambiaría el sistema a uno mejor, pero el accionar del gran histrión destronó toda ilusión, su primera meta fue fácil, ser el poseedor de la tierra primera.
Han pasado varias lunas frías por el oscuro cielo, el silencio es ley del Tercer Trillizo que desde su cúpula mira mas allá de su reino, observa el imponente filo de la incansable por ahora, donde el sol nacía, antes de ayer, donde nunca estuvo y siempre fue.



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