- Ei tios, por fin ha rematado la noche…
Esas son las únicas palabras que recuerdo… vagamente recuerdo unos pasos decisivos en mi actual malestar… en mi desconcierto. No me estáis entendiendo… os lo contaré desde el inicio.
Veréis, hoy es 29 de septiembre, son las doce de la noche y el pianista sigue sin aparecer… lo cual conllevó al atraso de su actuación…
Las barras se llenan de madames, señoras y malas putas… la clientela te acosa para conseguir un trago, un trago que consiga embriagarlos hasta el punto de estar dispuestos a gastarse unos billetes en placer…
“camarero!! Llevo esperando una hora! Dónde está mi güisqui!?”,
“eeeh! Psssssss! A mí, ¡me pones uno doble!” “A mí, lo mismo”
Mierda! Jodido pianista! Si estuviese tocando, la gente estaría bailando!! Y no tocándome las pelotas!
Por fin se asoma por la puerta, todos le aplauden… todos lo saludan por su nombre como si se tratase de un alcalde o un sheriff, y lo peor, es que al pasar por tu lado, él tan solo te giña el ojo, y tu le saludas sonriendo como diciéndole que de mayor querrías ser como él... mientras escuchas entre tanto algarabía: “pssssssss! Ei, dónde está mi cacharro!?”, “muévase, y prepáreme mi vaso!”…
Las horas no dan más de sí.... la noche parece durar 15 minutos, pero se repiten constantemente hasta que por fin, escuchas aplausos... y más aplausos… Por fin remató la actuación del pianista, él recoge sus cosas, se despide y no hay noche que no suba con alguna de las mejores madames del lugar; en cuanto a mí, sólo me queda preparar todo para mañana repetir lo mismo pero de forma diferente... ahí es cuando digo: ei, tíos por fin ha rematado la noche... hasta mañana!
baja el pianista y me propone irme con él a un local de un amigo suyo... cedí con las ganas de tomarme una copa y no servirla... sé que me ofrecieron 14 tipos de drogas diferentes... sé que no debí aceptar ninguna, pero la curiosidad y el cansancio te hacen débil...no recuerdo más...
al llegar a mi cuarto con el día, desperté a mi compañero de habitación... él me miró con cara de asco y lo único que pude decirle fue:
- tranquila Clemencia, estoy bien................ No te importa que te llame Clemencia, es que suena tan dulce...
-duérmete que mañana será una noche muy larga a la par de difícil!! No sé qué mierda has tomado, pero yo de ti lo dejaba...
- que va Clem, estoy bien... en serio
-no me llames Clemencia imbecil!
Sé que me enfadé muchísimo por el insulto, cogí la almohada y……… QUÉ DOLOR DE CABEZA POR DIOS!!!..... cogí la almohada y… lo hice dormir profundamente... al día siguiente solo sé que había una nota en la puerta: "no despertéis a Clemencia, está muy cansada!"
Dos años de cárcel! Hijos de puta! Dos años! Si no tenía ni familia! Joder…
............................................................................................ .
outra ida de olla das miñas.... disculpade........
...........aleks.............
|