ES LA VIDA.
Crucificada por no haberme dado cuenta de los primeros pasos en el brumoso tunel camino a la rutina. Ya no nos sonreímos, no nos miramos, mejor dicho no nos vemos al mirarnos, a veces me despierto pensando que ya no hablamos el mismo idioma y que la fantasía del amor eterno concluye,lo demuestras en los minutos en que nos sentamos a la mesa. en que nos acostamos juntos en la misma cama, es un mito adornado de palabras desganadas e insulsas. Cándida estupidez, no supimos enfrentar la realidad, vivimos un sueño y el amor se escurrió. Y cerramos los ojos, y tú siempre dijiste que estarías a mí lado para protegerme, pero el amor se fué gastando con los roces como una una tela demasiada usada, con los inoportunos silencios, con el maldito orgullo y mis pequeños e incontenibles llantos que no pude ocultar. Nuestro caminar juntos finiquita. Llegamos al borde del precipicio, retrocedemos un poco y sin decirnos adios ni buena suerte, elegimos una huella en sentido contrario, para soñar separados en un futuro mejor y que no estará exento de rutina. Es la vida.
Te miré alejándote sin volver la vista, fuerte y seguro. y me sentí desoladamente pequeña y desvalida. Respiro para calmarme y regresar a mi hogar, por el camino del bien pensar. Es la vida.