Cuando el dolor llama a tu puerta, seguramente no lo estabas esperando, lo cual hace que la sorpresa que estás recibiendo en ese instante, sea, cuantiosamente increíble.
El dolor trae consigo a la tristeza, esa cruel palabra que pocas veces deseamos escuchar, pero que existe, existió y existirá, como parte de nuestras vidas.
Dolor: aquellos que nos produce esa sensación de no querer continuar, que buscamos aplacarlo con cualquier método, ya sea conocido o desconocido.
Tristeza: Le sucede al dolor, es la huella que nos quedará marcada.