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Una mera caricia me despertó…
Al ver que tan solo era mi gato, me volví a dormir…
“ Buenas tardes… o días… o noches… qué sé yo amigo mío,
Amigo… quiero contarle algo… joder! Solo me pasa a mí. Voy esta tarde a una cafetería tomar mi ordinario café acompañado de sus buenas noticias, siempre respaldadas por el subjetivismo de la clientela presente… hasta que entra en el bar un señor… no digo caballero por los modales, mas por la edad podría haberlo sido; eufóricamente, le levantó la falda a una clienta, ésta molesta y sola, se me acercó a respaldarse, me vi en la obliga de interpelar el susodicho impertinente, pero fue entonces… cuando aún la pobre mujer se estaba arreglando la falda, levanté la cabeza y vi en un suspense silencio una de las sillas bajar con cierta rapidez hacia mi cabeza… por simples reflejos, conseguí esquivarla, lástima que la señorita no tuviese tan espontáneos reflejos… el loco en cuestión le despedazó la silla en toda la yugular, dejando así un cuerpo inerte al pie de la barra de dicha cafetería, justo encima de mis zapatos… ahí estaba ella… cuando la mire con más detenimiento vi esa carita… ensangrentada… su precioso cabello dorado tomaba tonos pelirrojos mientras su perfecto tabique estaba unos dos centímetros más a la derecho de lo correcto, sin comentar su ojo derecho, que aún estaba abierto por salirse por completo de si cavidad original… unos ojos francamente preciosos, verdes como los kiwis australianos… cielos santo que hermosa era esta chica… sin hablar de su físico… qué cuello tan finito… y ahora quebrado… qué pechos tan bien hechos… qué piernas tan largas… mas no le sirvió de nada… ser tan guapa… de nada amigo! En absoluto… mientras observaba tal preciosa muerte, el señor ya se había ido… bien lejos, supongo… mas el bar, tras el suspense, comenzó a hablar… a criticar mi actitud! Me quedé petrificado ante tales acusaciones! Uno incluso osó decir – si fuese yo…- sin mediar palabra agarré un taburete… lo levante… me acerqué a él… y se lo baje a la mujer que estaba más próxima de éste, dejándola así tendida en medio de tantos gritos antes silenciados… mire al tipo, y le pregunté :- si fueses tú…¿qué?- y bien, tal un criminal, todos se alejaban de mi… incluso el intrépido… me quedé en menos de 3 minutos, solo… con dos cadáveres… y un camarero encerrado en el office asustado… por lo que acabe de tomar mi café ya frío… y volví a mirar a la primera chica… y me intrigó saber por qué se acercó a mi… había bien más hombres solos… pero al verla bien… dejando de lado su quimérica postura de tan preciosa cabeza… y su ojo desorbitado… vi algo en ella… y también vi un recuerdo… un leve recuerdo… unos años pasaron ya… estaba yo en la estación de autobuses… esperando ninguno en concreto… sin embargo había allí una chica… inquieta… que no me quitaba ojo de encima… llevaba esperando un autobús por el antiguo horario… una hora y media… por lo que la aborde para tranquilizarla y hacerle compañía… todos sabemos que una estación… a altas horas de la noche… es un lugar peligroso… allí mantuvimos diferentes tipos de conversación… todas constructivas he de decir… pero me desconcertó la forma en que me miraba… hasta que me dijo que me recordaba de ir en la misma clase en primaria! Cielos… qué memoria… no tenía ni idea… pero al darme más detalles empecé a verlo más claro… las horas transcurrieron hasta llegado el momento de partir el último bus, el suyo… al despedirnos… con un simple abrazo… recuerdo que me quedé con colosales ganas de abrazarla tal en una película americana… echarla hacia atrás y besarla hasta que doblase la rodilla izquierda… pero ya entonces sabía que mi vida no era una película americana… y si lo era, sin duda pertenecería al género del terror o el drama… pero no de príncipes azules… y bien… me di la vuelta… la puerta del autobús se volvió a abrir… el chófer me preguntó con un tono desagradable si subía o no… instintivamente le dije que no, ya que éste sí era uno en concreto… él suyo… y entonces la vi levantarse… y mirar con cara de ensueño… y al verme, sonrió… y su sonrisa se fue desdibujando a la par que se cerraba de nuevo la puerta… el autobús partió… volví durante una temporada por esa estación por las noches… pero a la segunda semana y cuarta cartera robada, decidí no volver… y me olvidé de ella por completo… pero no de su mirada… me deseaba… se notaba… pero por no sé qué! No hizo nada… ni yo… cuántas veces pensé en cama en todas las formas posibles de haberla besado… simplemente besado! Y aquí estoy amigo mío… en una cafetería… un lugar seguro, en principio, al menos hasta que entra un loco y le saca la vida a un mujer cualquiera… y por estupidez, supongo, por coraje, por hombría… me vi en la obligación de arrebatarle la vida a una señora por hacer callar un auténtico gilipollas… y todo por no haber defendido a la mujer que en su momento fue una desconocida… por tercera vez… en tan solo en una vida…
Si te escribo esto amigo, es porque aquí nadie me cree… nadie me entiende… no tengo a nadie aquí! Estoy yo… solo… y unos 1832 delincuentes… uniformados… numerados… encarcelados… no pido ayuda… tampoco me tratan mal… sé que me merezco algo de esto… pero extraño hablar… tener conversaciones que no sean de sexo o armas… o tabaco… en fin, usted me entiende amigo mío… lo sé. Le mando un saludo muy atento desde este centro penitenciario en el que aún no hice amigos… pero sí traje mis libros… así que puede estar tranquilo… no hace falta que venga… ni tiene a nadie que avisar… pues siempre anduve solo… nunca tuve a nadie… exceptuándole, obvio… mas, en la vida lo vi en persona… pero sé que le tengo. Al menos de forma más segura que la pobre Andrea Portas Niñez, así se llamaba la hermosa y joven chica, que aparte de conocerme de nuevo en dos ocasiones, a la tercera no fui capaz ni de defenderla ni de evitar su trágica y temprana muerte… esta noche soñé amigo mío… un sueño precioso… estábamos Andy y yo… en una cama flotante en medio del océano Indico, con una cesta de espléndidas frutas tropicales… mangos… peras asiáticas… pomelos rojos… kiwis australianos… una alta gama de salud… que bien estábamos amigo mío… y mientras ella me iba haciendo suyo… me quedé dormido… y entonces… me desperté con una caricia… fue un despertar bien dotado de hermosura… pero al ver que era mi compañero de celda… un trastornado zoofílico que dice ser mi gato…volví a dormirme sin lograr encabalgar… mi tan preciado sueño… pero bueno “mi gato” me quita de muchos problemas tontos como pueden ser las duchas… o los paseos cotidianos…
Espero sacar de esto algo bueno… un libro al menos… estamos hablando de 386 años aquí metido… supongo que he de agradecer que quitaran la condena perpetua… no me veo muriendo en una celda…
Atentamente, su querido amigo… recuerde siempre, la violencia no es más que la causa de la intolerancia hacia otro respectivo, y bien, si gnomónicamente decides actuar con violencia… jamás te lo pienses… acabarás como yo en la puerta de un autobús… la indecisión, es bien peor que la ignorancia madre de todos los atrevimientos incluso a sabiendas de un posible mal-quedar… un abrazo. YO. “

Texto agregado el 09-12-2008, y leído por 93 visitantes. (0 votos)


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