Es raro sentir esto que me hiere el pecho,
Pues solo poseo distancia,
Consecuencia agridulce de la arrogancia
Cultivada muchas noches atrás y
Que además regué con mi orgullo
Por muchos calendarios.

Pensé que mi conducta era la apropiada,
Ahora me pregunto porque la herida
Continua aun tan abierta,
Manchando mi alma con el dolor
De este eterno amor que me persigue.

Maldita distancia que ahora no puedo soportar,
El único consuelo otorgado es recordar,
Triste medicina que me acompaña
Una y otra vez sin encontrar la calma.

Lo maravilloso y etéreo quedo en mi nostalgia,
Terminan mis días y prevalece el recuerdo
Que me convierte en prisionero,
La distancia aumenta con mi lamento,
Triste final de una historia repetida
Desde el principio de los tiempos.

Muy pronto llegará el día que la distancia
No me permita ver tus ojos,
Aquel día próximo me hará perder la Fe y
No podré cortar el alejamiento
Ni con mis pasos
Ni con el resto de mi corazón.