Un Viajero del tiempo llegó con su máquina al Pasado, aterrizando sobre una sustancia inusual para él. Bajó de su máquina, y con un gesto de desagrado, enunció al parecer la composición de la misteriosa sustancia:
—Plata, calcio, potasio.
Dicho lo cual, subió a su máquina y desapareció.
Durante siglos, la sustancia misteriosa y su inverosímil composición intrigaron a los investigadores de todas las disciplinas, llegando a convertirse en uno de los principales enigmas de la ciencia. Llegado el tiempo, el mismo viajero, ya en su Presente, encontró los registros de la controversia, en una vieja revista científica. Y para que las generaciones del Futuro no perdieran el tiempo tratando de develar la incógnita, apuntó en un papelito la solución del misterio, que al final de cuentas sólo había sido un comentario eufemístico, a causa del altísimo nivel de educación que existe en el Futuro.
En esa misma vieja revista colocó el papelito con la composición de la misteriosa sustancia del Pasado, señalando a manera de marcador el artículo sobre la controversia. Brevemente dice:
Ag, Ca K
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