EL LEON Y EL HOMBRE

En Chile en la cordillera de los Andes, frente a la ciudad de Santiago, en una gran cueva vivía un león con su pequeño hijo
El hijo siempre le decía
----Papá tu eres el rey de los animales verdad?
----Sí, contestaba el león con desgano.
----Entonces porqué no quieres bajar a los valles, a lo mejor hay cosas interesantes allá
----No, respondía el león, mantente por aquí nomás, sin entrar en mayores explicaciones.
----Pero, porqué preguntaba el cachorro de nuevo..
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Así pasó el tiempo... el león envejeció y antes de morir llamó a su hijo y le hizo prometer que nunca bajaría al valle, ya que allí vivía el hombre, y que dicho hombre era un ser muy malo.

Al fin murió el león. El cachorro también creció y estando sólo dijo... Bueno ahora que yo soy el rey nadie me impide hacer lo que yo quiera. Bajaré a los valles a ver que hay por allá, a ver si me encuentro con el hombre.

Y comenzó a bajar la cordillera, a su paso notó que las aves emprendían el vuelo asustadas por su presencia.
Se sintió bien!. Luego más abajo se encontró con un conejo el cual también arrancó a perderse .Soy el rey!—dijo para si--, todos huyen al verme.

Siguió bajando hasta llegar a un potrero en el cual había una vaca.
¿Será ese el hombre? –se preguntó— Es bastante grande y tiene cachos –observó--
Me voy a ir por detrás para sorprenderlo.
Pegando un salto cayó sobre el lomo de la vaca y tomándola por el cuello le preguntó con un rugido—¿Tu eres el hombre ?---
¡No!, le respondió – yo soy la vaca --- el hombre es mi amo y es muy malo!
¡A mi me saca la leche! A mi marido lo castró, lo convirtió en buey y lo hace tirar la carreta y el arado. A sus hermanos toros los lleva a la medialuna y en el rodeo los corretean y les pegan tremendos quiñazos con los caballos.
¿Y dónde está el hombre? –preguntó con otro rugido ---Vive más abajo --contestó la vaca

Prosiguió el león su camino y más abajo, en otro potrero encontró un caballo.
Lo miró y pensó -- Uhmmm , vaya! conque ese es el hombre?.... no parece peligroso, tiene cuatro patas, cola larga, se ve fuerte pero no tiene cachos... lo sorprenderé como a la vaca!
Dio un rodeo y desde atrás saltó sobre el lomo del caballo y tomándolo por el pescuezo le gritó... ¿Tú eres el hombre?... ¡Nó!, le contestó en un asustado relincho.. el hombre es mi amo. Yo soy el caballo!. El hombre es muy malo, me pega, me amansa, me pone montura y me hace cabalgar, me hace tirar carretones, me hace correr carreras , hace deportes usándome ....
Ya para de quejarte!---dice el león—y dónde vive ese malvado?
Vive más abajo –contestó el caballo un poco más tranquilo.

Siguió bajando hasta que llegó a un pequeño claro entre los árboles en el cual había una pequeña choza.
Un perro chico salió a enfrentarlo ladrándole furiosamente..
El león lo quedó mirando y pensó—¡Vaya!.. ¿Ese chicoco es el hombre?
¡No parece peligroso para mi!.. y de inmediato le preguntó:
¿Eres tú el hombre?.. ¡No!, contestó el perro—el hombre es mi amo y ¿quien eres tú?
Yo soy el león, el rey de la selva—rugió—
¿Y dónde está el hombre?... ahí adentro de la casa—respondió el perro—
¡Dile que venga porque quiero pelear con él!

Partió el perro para la casa y al rato sale acompañado de un campesino alto y flaco, usaba una chupalla (especie de sombrero de paja), estaba fumando y portaba una escopeta debajo del brazo.
El león lo miró y se dijo—qué extraño, camina sólo en dos patas y qué será lo que come que echa humo?—
Le dijo de lejos ¡Hombre!... He venido a pelear contigo para saber quien es el rey aquí
¡Bueno –contesta el hombre – pero yo para pelear necesito estar enojado!
¿Y como te enojas?
¡Tienes que decirme algo feo!
Y el león empieza a decirle una cantidad de cosas para enojarlo
¿Terminaste? –pregunta el hombre –
Sí, le dice el león!
Dice el hombre ---Ahora me toca a mi , voy a decirte una mala palabra --y tomando la escopeta apuntó al leon y Puuuummmm le disparó quebrándole una pata.
Arrancó despavorido el león y no paró de correr hasta que llegó a su cueva en la montaña
Reflexionando se decía--- si con una sola mala palabra el hombre me quebró una pata, ¿que hubiera sido de mí, si se me viene encima a una lucha cuerpo a cuerpo?

Tursol