Me falta tu amor, el de ese día; la caricia en tu pupila fantástica, la de esa noche dilatada entre el iris noctámbulo y la humedad del minuto inolvidable; besos, sonrisas, manos de despedida; el saludo íntimo en mi espalda. Me falta tu amor, ese que un día era misterio, inciertos momentos, era a escondidas. ¿Dónde estoy allí dentro?, o no queda nada, sólo costumbre y las malas ganas; me falta tu aliento en mi oído, tu saliva, tu grito saciado a sesenta centímetros, el contorno de tu cintura arqueada; me falta el soborno de tu lengua desquiciada, me falta reír con la fisura de tus labios inquietos. Me falta y me duele tu amor ambiguo, y es que todo se ha hecho frío, casi siniestro, un poco amargo y aunque palpita una esperanza, esta se pierde con cada intento, con cada vez que te lo ruego, dura un día y luego nada. Me falta tu amor, y me falta todo, palabras, valor, ingenio, y mi alma. Me falta todo y no tengo nada, con tus puertas cerradas es vacía mi vida, la que te regalé, diseñada a tus ganas, la que no siente hace tiempo el calor de tus sueños, la que no reflejan mis ojos que se quedan ciegos y ajenos. Me falta el amor que me dabas, no pido un invento, no pido extravagancias, te pido el recuerdo, las ganas, te pido el esfuerzo, te pido ese día, en cada reencuentro, esa pupila, en cada mirada, la humedad santa del misterio, el saludo en mi espalda, te pido el recuerdo.
© Derechos reservados.
|