En la historia de la humanidad, nos preocupamos en buscar secretos para ser feliz, ponemos muchos en práctica y no funciona.
¿Quién quiere ser feliz?, me pasarán por loco -la cual ya estoy acostumbrado- y seguro me dirán, y ¿quién no quiere ser feliz?; y respondo: yo no quiero ser feliz.
Más loco aún, ¿verdad?.
No se trata de un resentimiento, sino de que como toda necesidad, la felicidad lo es; uno la llega a obtener, y quiere más felicidad, hasta que se hace obsesión y ... ¡hualá! ... luego adicción ... y finalmente ... el vicio te consume.
Entonces, saber que encontraste la felicidad, no es posible, estar alegre, bien con uno mismo, saludable, entero, moralmente sano, no significa felicidad, ni sumado todos estos significa la felicidad.
¡Ah!, entonces, ahí talla el dinero, lo material, lo conseguido, que a muchos le ayudan a su concepto de obtener la felicidad, lujo, comodidades, viajes, relaciones por doquier, extravagancia, y ... ¡uffff! ... demás cosas.
¡Este está loco¡, seguro dices.
Obtuve todo lo mencionado, llegué a la obseción de conseguir la felicidad; pasar muchos ratos más alegres, estar mucho mejor conmigo mismo y con los demás, cuidarme de mi salud, aprender más sobre la moral y buenos valores, y etc.; así como también trabajar más, comprarme cosas com colección, viajar más seguido, enamorar por aquí y por allá como si cada mujer fuera un trofeo, y presumir de todo lo que tengo.
Y nada ... no me siento feliz ... por buscar la felicidad.
¡Aaaaaaaaaahhhh! tonto ... la felicidad no es esa ... como todo un gran conocedor de la felicidad, seguro tu estás pensando.
No, aún no termino, Me enamoré, quise tanto, amé. Con ese compromiso de enamorados, novios; y sueños de realizar muchas cosas juntos, planear hijos y lo que tendrán; aprender cómo ser un padre, psicología, teología, política, filosofía; dedicarme a ella en su vida. Pensé, por mucho tiempo que era feliz. Estuve alegre en pensar que era feliz. Pensé que después de mucho tiempo, por fin, supe lo que es ser feliz.
Y nada, todo cambio, así como pensé que era feliz; de un momento a otro, cai en la depresión más grande de mi vida; y pensé entonces, que era mi tiempo de gran infelicidad; después de un tiempo de gran felicidad.
Y no fue así, supe que amar no te da felicidad; supe que amar es un estado de actitud, y -supongo- que la felicidad también; ambos se pueden tener; pero yo, tengo varios estados de bienestar, pero la de felicidad no lo tengo.
Por eso, ya no quiero ser feliz. Desde que pienso así y ya no me interesa por ser feliz, estoy más tranquilo.
Fredy H.F. (c) 2008
P.D.: Escriban en el Google "define: felicidad" ... sin comillas. |