La rama ante mis ojos, la rama sanguina.
El sauce llorón que ríe porque el bosque
Se ha escondido, que ríe porque le deja
Como protagonista insólito, se toca
Y se siente como el flamboyán,
Que derrocha vida en la mirada de cada uno.
La flora se recuesta para poder mirar.
Y los gusanillos trepan por el mimbre.
Todos demuestran su destreza ante
El bosque que descansa.
Aguadulce, diciembre de 2008
José María de Benito
Texto agregado el 06-12-2008, y leído por 111
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