No me gusta el masoquismo, ni pensar en complicado la forma de jugar contigo, no me gusta creer que soy buena, ni mucho menos creerme mala. No es aventura ni rechazo, no es ponerse difícil, ni encubrir un “sí”, ni es resistirme a tus encantos, chico bonito, ni ante tus ojos verdes. No es apagar ni haber quemado, no es dejar de soñar, ni haber soñado, no es que te haya alcanzado a querer, ni tampoco que te haya odiado. No es soltura de cascos, no es libertinaje, tampoco es indecisión.
Es tan sólo que me enamoré, y ahora lo sé. Simplemente me decido por él, aunque jamás me quiera, no puedo menos que elegirlo a él, y sólo a él.
Adiós, no me busques, no responderé.
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