No te amo, ni te quiero, soy sincera. No te extraño ni te pienso, es la verdad. Disculpa a mi corazón honesto, porque por él siempre he hablado, pero no puede más que pedirte paz. Paz, porque mi vida se ha vuelto un revuelto, porque el amor se equivoca y no me respondió, y porque Cupido, con su mala puntería, te disparó a ti, y a otros más, en lugar de a ese hombre, que tanto quiero yo.
Yo no quiero regodearme en amores, sólo quiero a mi amor aquí, mirarlo una vez más, mientras lo intento olvidar.
No me llames, me siento fatal, retírate, o saldrás dañado. Te digo en serio, te repito como antaño, hace unos cuantos años; “no”, no te quiero, ni te quiero querer. Soy fiel al amor que olvido, soy fiel hasta el final, soy fiel a la vida en la que creo, y fiel a la verdad. No te mentiría, no puedo hacerlo, ni siquiera por tu belleza, este amor me supera, este amor es grande… este no me quiere… como no te quiero a ti.
Y esa es la verdad.
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