una anciana de cabellos de plata entró en mi tienda diciendo: quiero hablar con usted. la hice pasar. le ofrecí una banca y me dijo: cuénteme su vida, pero cuéntemela toda... sonreí y le dije que era una persona sin muchas responsabilidades, que tengo una madre, un perro, una casa, libros, textos escritos y "medito". ante estas últimas palabras la anciana mujer me dijo en qué meditaba. le dije que en nada, absolutamente en nada. ¿nada... y qué es la nada?, preguntó. le dije que era la ausencia de todo. ¿todo, qué es todo?, volvió a preguntar. le dije que no lo sabía pero que estaba en ese camino. la anciana se paró y con su dorado bastón me dijo que ya tenía que ir hacia su casa. la ayudé a salir y en la puerta de salida había un auto esperándola. la vi subir y con un adiós de manos, se fue... volví a mi tienda y seguí escribiendo. entraron mas personas y nadie preguntó por la nada ni el todo, ni siquiera por mí, nada, tan solo querían algo que comprar nada mas. ya por la noche cerré la tienda y fui caminando hacia mi casa. toqué el timbre y en la puerta estaba mi madre, mi perro, mis libros,mis textos y un espacio para "meditar"... entré y subí a mi cuarto en busca de la verdad absoluta...
san isidro, diciembre de 2008 |