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Inicio / Cuenteros Locales / lorenzomontserrat / Una visita a la pinacoteca de mi ciudad ( I Vincent Van Gogh)

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La luna todavía refleja sus últimos mantos de luz sobre la ciudad antes de recostarse sobre el cielo oscuro para dormir el día, que ella sabe empezará muy pronto, nada más ver aparecer los sonámbulos rayos de su gran amigo el sol.
Tengo la ventana abierta y la miro, casi dormida en el camino para su largo sueño. La luna invita aún a seguir en los viajes nocturnos que hago ente mis sábanas cada noche, pero deseo levantarme pronto y ganarle la partida al sol.

Hoy quiero hacer una visita a la pinacoteca de mi ciudad. Deseo contemplar, una vez más, las pinturas que reposan en su interior sobre las paredes en aquel majestuoso edificio dedicado a guardar el arte reflejado sobre unos lienzos por las manos de los artistas más representativos en la historia de la pintura.

Conforme vaya visitando las salas, dedicaré largo tiempo a contemplar cada cuadro, cada movimiento que el pintor hizo en su estudio, cada respiro de vacilación antes de seguir con un color u otro. En definitiva, meterme por unos instantes en su piel(sólo imaginativo), estar allí (en el lugar donde se realizó la obra) y dejar que mis ojos se ricen y, si llega el caso, lloren por la transmisión a ellos al contemplar tanta belleza. No importa la mezcla de estilos, de épocas, de años, de pensamientos, ideologías...Cuando de ver, sentirse a gusto se trata, "genios de la pintura", deseamos saber el porqué pintó, reflejó aquello en un lienzo. El artista no se hace, sino nace. A lo largo de los años va madurando y aprendiendo nuevas técnicas, conoce métodos mejores para que su obra alcance el cenit y sus predecesores puedan mirarse en ella, aprender si llega el caso, y como yo, contemplarla nada más.

La primera sala con la que me encuentro es la de Van Gogh( Neo-impresionista). Sus pinturas, en las que predominan el color oscuro y las tonalidades vivas, no dejan de cautivarme, siempre que observo un cuadro suyo me atrae tanto que estaría toda una mañana mirándolo. Sus pinceladas, que parecen paletazos, tienen algo de magia, y a la vez, creo que de misterio. Frente a varios de sus cuadros hay un banco, está vacío y opto por sentarme. Tengo delante una de sus primeras obras finalizadas, es un óleo titulado: Muchacha en el bosque. La distancia que me separa de él es la idónea para mirarlo. Una muchacha que apenas deja entrever sus tobillos bajo un vestido amarillo y un sombreo con un gran lazo de color rojo, y apoyada en uno de los gigantescos árboles que el pintor plasmó en su lienzo, deleitan mis ojos y los transportan a través del tiempo. El cuadro fue pintado por Van Gogh en 1882.Cierro los ojos, que ya están allí, e imagino que desde un rincón de ese bosque observo a la joven, es muy guapa y está algo nerviosa. Se levanta un poco el vestido a indicación del maestro. Recorro el lugar sin que me vean, y por detrás de Vincent Van Gogh, acomodo mi trasero sobre un recio tronco, resto de alguno de esos enormes árboles que habitan desde hace cientos de años en este mismo sitio. Su bata blanca está manchada por los más diversos colores, y su pelo rojo brilla entre la poca luz que consigue traspasar a través de los cautivos árboles. Creo, existe mucha distancia entre la muchacha y el pintor. Veo muy próximos lo árboles, grandes, y la mujer distante, apenas se le distingue la cara; una lástima porque es preciosa. Aprecio los movimientos del pintor, sus manías respecto a la posición de la figura humana, las veces que borra un color o lo suprime por otro, los gestos con la cara, las miradas al cielo y a los árboles, a sus pies bien colocados para no caerse, la estabilidad del caballete. Noto la paciencia de la mujer aguantándose el vestido, sus pies fríos, la humedad del lugar...
La hojarasca, que como una alfombra tapiza el suelo, da unos coloridos hermosos al lienzo. Dejo otra vez que mi sueño vuelva a la realidad. Despierto algo nostálgico, la muchacha sigue en el lienzo y las tonalidades que un día dejó con su paleta el pintor no han cambiado, me alegro que así sea.

Sigo mi paseo por la pinacoteca y entro en la sala de Goya....
continuará............
Manuel Muñoz García-2003















Texto agregado el 08-04-2003, y leído por 292 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
08-04-2003 pero que buena manera de visitar un museo atipico, muy hermoso, cada dia me convenzo más de que me rodeo de intelectuales Gabrielly
08-04-2003 Gracias Ana por gustarte, era mi intención. Un beso.Manuel lorenzomontserrat
08-04-2003 Realmente este relato es uno de los mejores que te leí, una belleza, un beso Manuel, Ana C. AnaCecilia
 
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