Casi que puedo verlas en un sendero montañoso; Rufino concentrado al volante. No hablaban, estaban asustadas...
Seguramente Patria rezó el Gloria para sus adentros muchas veces; la dulce Mate, tratando de controlar su respiración para que no le ganara el asma penso en su hijita Jacqui, y Minerva, la siempre valiente Minerva, observando el camino, recitó en su mente unos versos para la ocasión...
Y empiezan a caer las sombras de la noche
Y el viajero se apresura en su regreso a casa
Y el campesino dice adiós a sus campos...

En ese momento y lejos de allí, Dedé, la hermana sobreviviente, miró talvez las primeras estrellas de la noche, pensando que si dibujaba un carnero uniendo aquellos puntos luminosos, cuando llegara a su cola los cuernos bien podrian haber desaparecido ya, "no nos olvidemos que al mirar las estrellas, lo mas probable es que estemos viendo luces que ya no existen..."

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