Angeles, mi conejo, había muerto, pero mis padres dijeron que estaría volando sobre las nubes un tiempo y luego volvería. Fue una promesa.
Así fue, una semana después de su desaparición lo tuve conmigo nuevamente.
Luego de muchos años alguien me contó que en realidad ellos habían comprado otro conejo.
Texto agregado el 09-05-2004, y leído por 170
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Lectores Opinan
15-05-2004
jajaja,que maravilla remitir a esos años de infancia en los cuales la inocencia y la magia iban de la mano, empujados por una que otra mentirita piadosa...me habria encantado tener unos padres asi.. the_man_who
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