En el presente escrito se tratara de analizar el concepto de circularidad en el cuento “Las ruinas circulares”, de Jorge Luis Borges y su relación con la obra, particularmente, acerca de la circularidad contenida en hechos lineales.
Se debe aclarar que no necesariamente tiene que ser una semejanza al pie de la letra respecto al término, si no solo la posible forma de cómo el autor la relaciona con su relato. Ahora bien, aunque al leer el cuento nos remite de forma inmediata al titulo, por ejemplo, cuando menciona “…hasta el recinto circular…” o “…que en ese templo circular…”; lo que interesa realmente para establecer la relación es lo siguiente: la historia narra un hecho repetitivo y que es el principal: un hombre cuyo propósito es soñar a otro hombre, y que a su vez el primero descubre, que él también es producto del sueño de otro. En principio podría parecer que con el segundo termina la sucesión de hombres-sueño , y que con respecto al hombre real, es decir, quien da vida al primer hombre nacido de un sueño, es el que crea al protagonista, aun cuando no se mencione o aparezca en el cuento, lo cual pondría un principio y un fin bastante claros y excluiría las relaciones: con él termina la sucesión de crear hombres-sueño; pero, a la primera hay que decir: a pesar de que la historia termina cuando uno de los hombre-sueño se percata de su naturaleza irreal, no excluye la posibilidad de que su creación repita el proceso, al contrario, él contempla que puede suceder cuando “…se prosternaba ante la figura de piedra, tal vez imaginando que su hijo irreal, ejecutaba idénticos ritos, en otras ruinas circulares…”, lo que permite pensar en la repetición del suceso principal de la obra. A la segunda: aunque nunca se menciona claramente el origen del “forastero”, eso, en lugar de limitar, deja abierta la posibilidad de que el suceso también haya ocurrido bastantes veces antes de que él lo repita, sobre todo al mencionar, que en uno de sus sueños al hablar con el dios del templo “…que en ese templo circular (y en otros iguales) le habían rendido sacrificio y culto…”, y cuando llega a las ruinas se aclara: “… Ese redondel es un templo que devoraron los incendios antiguos…”
Al dejar abiertas ambas partes del relato, el antes y el después, se suscita la enorme probabilidad de la generación de un hombre surgido de los sueños en múltiples ocasiones a priori y a posteriori, sin mostrar, en apariencia, un principio o un fin, al igual que un círculo, aun más, cada vez que sucede, vuelve a remitirnos a la circularidad, pues para completarse es necesario que se lleve a cabo un proceso que complete el ciclo y comience de nuevo, cada repetición forma parte a su vez de una sucesión, que a pesar de ser lineal, comparte rasgos comparables a la circularidad; vemos entonces como al completarse cada ciclo, da inicio a otro y a otro, así como cuando el primer hombre-sueño creado dio pauta para soñar otro y posteriormente instruirlo y dota para que este ultimo tenga posibilidad de soñar a uno mas, comprobando y continuando de este modo con la circularidad.
Hemos visto pues como la circularidad esta presente en el cuento, con todas sus particularidades y que basta un poco de análisis para demostrarlo.
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