Esto quería ser una historia, común como cualquier otra.
Una historia de encuentro, de desencuentros...de mentiras, de palabras dichas. De sentimientos y grandes eperanzas. Esa es la palbra, ésta es una historia de esperanzas.
Carmín se levantó esa mañana muy apurada, casi sin tiempo, desayunó ligeramente, dos o tres mates.
No había escuchado el despertador, o lo escuchó y lo apagó, estaba muy cansda.
Por ésto ahora salía corriendo, colocándose la mochila en la vereda mientras apuraba sus pasos para llegar a tiempo.
Ya en el centro, decidió tomar un taxi, ya segura que no llegaría.....Se sentó rápidamente y casi gritando dijo: "haga usted que yo llegue a tiempo...!!!!"
Solo miraba el reloj y sus pensamientos desbordaban su cabeza. Salían haciéndose parte del paisaje y ella podía verlos. En ellos veía a Ariel.....
Él había sido la persona que ella mas amó, lo amó de manera profunda. Amaba su sol, sus manos, sus ojos, su vida, lo amaba sin preguntas, tanto que dolía, tanto que la mantenía viva, tanto que a pesar de ser así, ella lo dejó partir.
Pero esa mañana después de muchos años ella volvería a ver sus ojos. Él solo tenía veinte minutos antes de partir nuevamente...
pero quiso él también ver sus ojos otra vez...quizás, por última vez.
El auto paró repentinamente , no se dió cuenta que había llegado, no se dió cuenta que había llegado tarde, en la mesa, en la que se encontrarían solo había un papel con un dibujo, él le había duibujado un barrilete, aquel del que habían hablado alguna vez, nada mas que aquel blanco papel con algo escrito que decía: "un abrazote enorme"....
Otra vez le quedan sus recuerdos y un papel.
Cerró los ojos, las manos apretaron aquel dibujo, dos lágrimas llenas de dolor, corrieron por sus mejillas y solo quiso decir te amo antes de empezar a caminar.
La plaza estaba desierta pero ella no lo percibió, caminó sin mirar, sin ver.
Dejó caer el papel que aferraba en sus manos, dejando que la brisa lo llevara donde fuera, lejos, a encontrar otras ojos, otra boca otro sentir....con él volaban sus recuerdos, sus sentires y su vida. Moviéndose como una frágil hoja arrancada del árbol por el viento, se dejó caer. |