Qué lindo que es estar en Mar del Plata, haciendo pata, en alpargatas. Y sí. Qué va ser. Si no hay mondiola, hay mortadela. Y si no hay mortadela, hay salchichón primavera. Y si no pinta el salchichón, pintan los choclos que te venden los carritos esos de playa. Eso sí, si hay panchos, no se discute: panchos para toda la familia, carajo. Ah, usté es más de darle a los churros. Mire, nosotros mucho con los churros no nos involucramos porque mi esposa se descompone. Sí, cagadera se agarra. Y bue. Pero son las vacaciones, vio. Con la cagadera o sin la cagadera uno está feliz. Como dice la canción, oiga: En Mar del Plata soy feliz. Argentina es así, uno tiene clásicos para todo. ¿Ah, en Perú también? No sé, no me consta. Acá me da que hay más variedad, vio. Más voces. Ya va, hija, ya va. ¿Los hijos rompen las bolas lo mismo en todo el continente, no? Jaja. Ya va, Yami. Uh, un minuto, maestro. ¿Qué hay, hija? ¡Epa! Venga usté, señor. Mire lo que vio mi nena. Un cangrejo sobre su propio lomo. ¿Vivo? ¿Está vivo, Yami? ¡A la pelota! Un cangrejo dado vuelta, Yami, muy bien. |