Una mañana de noviembre te vi nacer, entregándote a una vida nueva llena de amaneceres y atardeceres. Creciste entre la fuerza y la melancolía de la lluvia que caía firmemente por mi cuerpo tibio, bebiendo de mis pechos esa sabia de una madre llena de pecados casi despidiéndose con apuro de esta vida…
Naci de una noche lluviosa, donde aun se creía en aquel amanecer, de la esperanza de creer en que ese día seria mejor, crecí de la madre del olvido y de la agonía de un sufrimiento, me empañe rápidamente de la histeria de un mundo rápido y casi sublime de predicciones absurdas y contenidos frágiles y perversos.
Nació del estúpido sorbo lleno de injusticias y desamor, naci lleno de miedos, pero de algo que me llenaba de valor, naci libre… al mirarme me encontré empapado de todo aquello que recién ahora comenzaría a descubrir…
Al crecer mis manos se vieron envueltas en hojas grandes, casi tan grande como aquella esperanza que aun me pertenecía, el pasto húmedo, mis pies descalzos, me sentí niño apurado por crecer mire aquellos seres que denomine cercanos, y pronto me deje de pertenecer.
Mire la tierra, me hundí en el mar, mire de frente aquel fuego candente que deseaba quemar, pronto interrumpió mi vista el viento sigiloso que me enseño a volar… conocí todo lo que el mundo me podía dar.
Aprendí y memorice en mis sentidos aquel pájaro que aun hasta ahora me acompaña hasta casa, casa que aun no he encontrado ni he querido construir, creo que por miedo a condenarme, a no poder seguir siendo libre, libertad que me da la posibilidad de conocer, de conocerme, de ver, o de solo ser.
Me sentí triste quizás solo, necesitaba de alguien, ese alguien que me enseñaría a amar. Fue entonces cuando la vi, llena de fuerza y de sueños creados uno a uno para mí. Viví lo cálido de un beso y la sensación que trae un adiós. En un minuto me aferre con todas mis fuerzas a la desesperanza, al olvido que tuvo que llegar a mí, para borrar esa vivencia y lograr continuar…
Llore y conocí ese sentimiento, un tanto manoseado por aquellos para mi incrédulos del amor. Comprendí el dolor, el dolor de una palabra cargada de odio, la mire fijamente y vi la vergüenza de un ser, que ha dado todo por ti dejándote libre, por el solo hecho de ver que tus sueños comienzan a dejar de ser solo papeles escritos, frágiles y temerosos de ser conquistados y leídos.
Me senté nuevamente y llore… me prometí darme una nueva oportunidad si esta volviese a aparecer.
No podía quitarme de la cabeza ese descontrol frenético que me hacia preguntarme y darme vueltas en cuestionamiento que jamás serian capaz de descifrar, estas me hacían darme cuenta de una presunta locura, esa que me obligaba a encontrarle respuesta a todo aquello que muchas veces llegaba a abrumar mi mente. ¿Pero que era la locura? Era acaso una de las mayores causas de muerte, como solución a una vida hostil, de esta vida que no parecía ser tan mala, pero, ya que me entregaba a cada instante la banalidad de un mundo sencillo lleno de cosas por aprender , descubrir y entender, pero, ¿Qué era de ese loco que por fin asumía su presunta locura?, acaso encontraría por fin, inmerso, en esta misma la solución a estas locura, tanta preguntas que me he hecho a lo largo de este viaje y al responderlas todas decidiría por la muerte casi inmediata.
Seguí adelante tratando de olvidar el mismo olvido que muchas veces me llevo a olvidarme de mi mismo, en el camino encontré varias manos, sin saber aun su significado, leí varios libros entregados al principio de este gran viaje por profetas, para mi segura y prospera supervivencia, los leí, varias veces mientras bebía el agua de la paciencia y comía el pan de la esperanza, esperanza que tenía que terminar lo más pronto posible…ya que mi cansancio me impedía seguir, me dormí rápidamente hundiéndome en mis propios sueños.
Al día siguiente al despertar reconocí enseguida la sensación de tristeza que nuevamente me embargaba ya que había aprendido a reconocerla, encontré en mi camino nuevamente varias manos y al final supe su significado, los llame amigos, la verdad que fue el primer nombre que se me vino a la mente, y supe con esto que un amigo valía mas de cien palabras y escribí rápidamente y decidí que ya había visto suficiente ese día y moje mi cara recordando lo agradable que se sentía la frescura en mi cuerpo ya exhausto… entendí por fin, que la amistad no abarca más de un amigo, y que este es un tesoro difícil de encontrar y rápido de perder…
Me refugie varias noches en la intimidad de mi ser, y medite la razón de mi llegada, me acuerdo que amanecí muy temprano esa mañana, y camine lentamente y me encontré con una naturaleza justa y equilibrada… camine por el roció que me llevo a darme cuenta lo diminuto que es el hombre… llame a ese día inspiración… ya que solo el podría haber hecho algo tan perfecto… ¿pero quién es él?
Ya era de noche, y aun quedaban tantas cosas por ver, que preferí comenzar a dormir, sin antes recordar todo lo vivido, mi familia, mis amigos, mis dolores, mis amores… cuando una gota sin explicación cayo de mis ojos, gotas que aun no revelan su significado, solo se que me quede ahí de frente, a mi último día. Fue solo entonces cuando me pregunte qué haría con este, mi último encuentro con esta vida.
Sentí como si tuviese que vivir aquel día, como si fuera el primero de mi vida, me levante y corrí, corrí a toda velocidad, ya se me había olvidado el cansancio que pudiese haber tenido y comencé a vivir… ¡vivir nuevamente!
Naci de una noche lluviosa, me sentí niño apurado por crecer, conocí lo cálido de un beso, llore como nunca, el olvido me llevo a olvidarme de mi mismo…Leí varias veces mientras bebía el agua de la paciencia y comía el pan de la esperanza, deje de lado mis temores… era un tesoro difícil de encontrar y rápido de perder… encontré una naturaleza justa y equilibrada… encontré el significado de una familia… realmente era bueno pensar, pero pensar sin culparse, sin culparse por lo vivido… las lagrimas reflejo de nuestra alma… ahora me siento viejo apurado por volver ser niño…
Fue después de haber sentido tantas cosas, cuando el cielo se abrió en dos y el día se volvió noche y comenzó a llover…
Ahora ya después de un tiempo, me encuentro viviendo aun aquí, no todo es perfecto, muchas veces llueve y otras hace demasiado calor… el sufrimiento siempre aparece, pero las alegrías hacen lo posible para mostrar la nota alegre y hacerle peso a los demás sentimiento… pero son estos, que llenan mi vida. Por fin he conseguido una familia, que me ha dado comprensión y a demostrado ser uno de los pilares más grande de esta vida. Ella aun no llega, pero sé, que es con ella, que quiero compartir mi vida. Es extraño, aun la amo sin saber quién es, como es. Y sé que ella sin saberlo, no me puede olvidar.
Ahora solo queda menos tiempo…
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