Sol que tanto has de golpear a aquella mujer...
sueños,
caminos amarillos
bifurcados
cuánto hay de todo esto en tus manos?
La niña sólo besó sus labios
de manera apresurada
llevándose una ácida bocanada de humo
entre los brazos alguna vez se perdió
mirar hacia afuera -ahora-
aquella niña
no es mas
que una verdad
estrellada en ojos de un pasado
que la condena por las noches.
Ella, su hermano,
el beso,
el espasmo...
Hoy su padre la condena,
su madre la ha encerrado en un baúl
y el hermano llora
y llora
tan sólo por un beso fresco
de su boca.
Texto agregado el 29-11-2008, y leído por 137
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Lectores Opinan
29-11-2008
me gusto mucho!! vivencias casi cotidianas que muchos no se atreven a mostrar... cristal
29-11-2008
Buen trabajo. Saludos desde Iquique Chile. esposo_de_mitsy