Los ojos paspados
el desierto parado,
parado y sin luz
ni sombras
rojo foráneo;
sobre la espalda aquella cruz
en tus manos el arma disponible.
Alcen sus voces los desoídos trabajadores
que el mundo sienta el sudor de la muerte
y que de él se levante
que en las miradas jóvenes dejen de verse lágrimas
y que se vea furia y triunfo
que en mi mesa haya un mapa que se tiña de rojo
desnudo
sí, un rojo vivo
de poder
un rojo sano
de violencia
un rojo de paz
de igualdad
un rojo,
socialista.
Texto agregado el 29-11-2008, y leído por 111
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
29-11-2008
Hoy subiste varios escritos y solo me resta decirte que muy bellos. Felicidades. ***** JAGOMEZ
29-11-2008
Con el puño cerrado cantemos La marsellesa castellanizada, criolla, sudamericana, con empanada y vino tinto, para que el pobre nos vea marchar y nos salude con un gesto obsceno...
¡Saludos desde el flaco Chile! mauro22
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