Un día
Con la sorna natural de la hora pico, revisaba mis libros apenas dándome cuenta que una niña hermosa se había convertido en mi compañera del viaje en el bus. Yo no la quería incomodar escrutándola. Así que para satisfacer mi curiosidad, miro el rostro de ella en el reflejo tenue del vidrio del bus. Pronto, ella se paró, y se bajó del bus.
Luego
Mientras ella registraba en el bus, llamó mi atención con su mirada. No pude dejar de ver los ojos negros de sombras azules, los más hermosos y profundos.
Al siguiente día
Hacinamiento en el bus. Ella sube con una amiga y se acerca mucho a mí. Pude medir su altura, su perfume y el tono de su voz. Me daba la espalda pero casi recostaba su cuerpo al mío. Casi, yo la abrazaba. Tomé valor aspirando el aroma de sus cabellos y puse mi mano sobre la suya en el pasamanos. Ella inspiró y suspiró. A lo mejor me amó desde que registró la primera vez.
La cuarta vez
Osé conocerla, tenía que hablarle. Lo hice. No debí.
Un amor platónico es mejor dejarlo como tal, a