Me enoja muchísimo escuchar todos lo días cómo se habla de este tema y sin embargo soy una ignorante más al respecto. Lo escucho en la radio, en la cafetería, en el médico, en el mercado… y todos, todos los que hablan de ello parecen muy enterados.
Yo no entiendo nada; aseguran que la cosa no pinta bien y lo dicen tranquilos, sin sobresaltos, al tiempo que se fuman un cigarro, se toman una cerveza, despachan el pan, comprar un pescado, juegan a la bonoloto o incluso en el senado. Que esto es cosa de todos, que ahorremos en luz, que no gastemos agua, que compremos con consciencia… incluso se ha llegado a decir que se congelen los salarios para ayudar a paliar las consecuencias de la crisis. El gobierno, que también está muy preocupado por el asunto, intenta ahora, después de negar la crisis, ayudar al sistema financiero con una inyección de muchos millones de euros. Los pobres bancos que no entienden de titulización, que desconocen el origen del euribor, que no han oído hablar de Basilea, que tampoco saben de los conduits, los pobres digo, sólo piensan en el rating sin importarles el nombre y apellido de las subprime, de los ninjas que caen por el camino por no poder pagar su hipoteca. Porque, señores, la subida de intereses a que estamos sometidos no es otra cosa que el capricho de unos pocos para no perder ganancias. Ahora resulta que se le llaman pérdidas a la no obtención de muchas ganancias. Y esto sí lo entiendo
A pesar de todo esto, me enoja muchísimo más al ingnorancia compartida y tolerada. Se invitó a un grupo de personas a participar en una mesa redonda, que lleva por título “crisis económica actual -visión desde la izquierda (de la izquierda que aún lucha)”, y una de estas personas, enterada al parecer de todo lo que ocurre, causas y consecuencias, dice rotundamente: “Qué tontería, me río yo de la crisis, eso SÓLO ES PARA LOS JÓVENES”
Y me quedé sin palabras. Pero ahora sí entiendo a los pocos listos que manejan a los enteradillos y que intentan que el resto no participemos de la verdadera información.
Y esto no me enoja, me da más fuerza para seguir propagando mi ignorancia.
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