Apoyada su cabeza en la ventana, recordaba lo último que alcanzo a gritarle su madre al salir de casa con su gorilita, “Me saludas a ese, decile que algún día sería bueno conocerlo, pa´ lo que vale ese…” No sabía que sentir, hace mucho ya que el odio y el amor se habían fundido, y este extraño choque de opuestos le dejaron un terreno quemado, listo para ser cultivado, como alguna vez se sorprendió al pensar ella… Pero tal vez quería que fueran cultivados por él. El gorilita ocupaba un lugar vacio al lado de ella en el bus, pero solo 25 minutos luego de abandonar la cuidad y coger carretera una mujer tímida y de cachetes colorados abordo el bus, ocupando el lugar de gorilita que ahora se tranquilizaba al sentir el calor del pecho de su madre, se arrimo a ella y se durmió instantáneamente. Después de acomodar a su chiquito, retomo sus pensamientos… las ansias de encontrarse con el después de casi dos años de no verlo, apagaron casi por completo las ganas de arrancarle la cabeza, al fin y al cabo era el padre de su gorilita… se parecía tanto a él, sus ojos, su sonrisa, su temperamento… de cuando en vez estos pensamientos la cogían desprevenida, los suprimía pensando que estaba enamorada de su gorilita no de él.
El bus freno bruscamente, algunos pasajeros protestaron la imprudencia… “oe, que no lleva ganao” “animal” “cuidao que hay niños” “habemos quienes sufrimos de la colugna”. Ella realmente no presto atención mientras el chofer discutía con un nuevo pasajero que pretendía una dejada hasta el peaje… el chofer malhumorado, arranco aun mas brusco que el frenazo, nuevas protestas, nueva desatención… su recuerdo freno en seco en la última vez que lo vio, días después del primer cumpleaños de su gorilita, el día en que se conocieron, el día en que fue testigo de cómo toda la ternura que en la intimidad manifestaba había desaparecido, al menos hacia ella y su niño. El niño no tiene la culpa, otro pensamiento recurrente, necesita un padre, necesita su padre… suprimía este pensando que tenía suficientes padres, que él no era digno, que mejor nada que él… la engañaba la idea que en su momento la tentó a propiciar el embarazo, sería el mejor padre para un niño; solo que no conto con que sus prioridades superaban todo, su novia, su familia, incluso su hijo…
Todo en la carretera se veía con claridad, apoyada su cabeza sobre la ventana, observo como la imprudencia de ambos conductores llevaría la carretera mojada a ser cómplice de un accidente vehicular, abrazo fuerte su gorilita, apoyo una mano y la rodilla contra el espaldar del asiento delantero… el impacto de costado del camión hacia el bus, logro acabar instantáneamente con la vida del pasajero que ocupaba el asiento al lado de la ventanilla de la última fila, y sacar de la carretera a la parte trasera del bus, que por el peso del equipaje rodo en reversa hasta encontrarse con un tronco atravesado; gorilita despierto desde el primer impacto, instintivamente agarro fuerte la pierna de su vida, y ella se inclino hacia él para protegerlo; al ejercer palanca las llantas traseras contra el tronco y por la velocidad que llevaban, el bus volteo y la inercia llevo a la madre a golpearse la nuca contra el soporte del televisor dejándola inconsciente, el bus corrió lateral hacia un pequeño rio y allí detuvo su rumbo… pasajeros aturdidos y heridos comenzaron a socorrer a quienes estaban en peor estado… pero no vieron que ella inconsciente aun sostenía contra su pecho sumergido en el agua a su gorilita… porque no nacio delfín?
Aquí.
Donde me enfrento a ti,
Sin saber de ti…
|