Confluimos en una amalgama de situaciones, de versos que van y vienen, de emociones. De ellos sacamos los sarcasmos de las emociones que no nos atrevemos a asumir y de ellos salen las inquietudes de la raza humana, única en especie y diferente en pensamientos. Por cada ocurrencia una norma y por cada norma una sanción, como mano que tapa la nariz de toda ventosidad que fugitiva se escapa de su prisión.
Recuerdo aquel tiempo en que robar era un derecho penado por la ley, en que se consideraba un trabajo poco honrado, hasta eso nos están quitando, con su bonito sistema burocrático de sacos rotos y problemas sin solucionar amontonados. ¿he dicho problemas? quise decir gente, gente con problemas sin resolver, gente que necesita creer en algo mas acá de lo sobrehumano.
Al final era verdad, el hombre es un lobo para el hombre, con la distinción de que el lobo lo hace por instinto.