abrió la tapa de la olla y vio su plato preferido. cogió un plato limpio y con un cucharón, llenó todo de aquel manjar, poniéndolo sobre la mesa. antes de sentarse fue al baño a miccionar. se lavó las manos y la cara. se miró en el espejo y sintió el peso de los años en cada línea facial... no me quedan pelos, pensó. dejó de mirarse y salió del baño. caminó hacia el comedor y buscando una silla se puso a comer. vio una botella de vino tinto. vio una copa sucia y grande. vio la radio apagada. se paró, limpió con un trapo la copa y encendió la radio. "Bach...", escuchó. aspiró el aire del ambiente y buscó una servilleta. la encontró. buscó un mendrugo de pan, lo partió y lo puso al costado de la mesa... cogió los cubiertos, antes llenó su copa con el vino, e incrustó un cubierto sobre el plato de comida. quemaba. dejó la cuchara y esperó que enfriara, mientras, comenzó a beber un poco de vino con pan. sonrió de su suerte, mientras seguía escuchando a Bach. recordó el día de ayer... allí estaba la empleada, preparando la comida y una niña que merodeaba por los alrededores de su casa y que veía a través de la ventana. ¿es tu hija?, preguntó. no, respondió la joven empleada de enormes bustos e inmenso trasero. quiso poseerla pero no se atrevía a decirle nada. la miraba constantemente, hasta la pensaba mientras no la veía. sintió que todo era una masturbación mental y que jamás ocurrirían sus deseos. se paró y la cogió de la cintura. la mujer no dijo nada, ni un chhist. siguió avanzando hasta tocarle el centro de sus glúteos. ella tembló y él también. ella volteó y con sus manos llenas de comida le empujó hasta dejarlo echado sobre el piso aún sin limpiar. se quitó el delantal y antes de irse, gritó: ¡págueme!. le pagó y ella se fue, dejándole tirado como al trapo de cocina. volvió a la realidad y vio su plato de comida. cogió un poco y empezó a tragar... sonrió y se dijo que estaba un poco frío, pero, no estaba mal para ser la primera vez que cocinara... terminó y terminó el vino también. siguió con la radio encendida: Bach.... ya eran pasada la media noche y tan solo escuchaba su radio y uno que otro auto... miró su cuarto con el pensamiento y decidió dormir. dejó todo sobre la mesa y subió a descansar. encendió la luz de su cuarto y buscó un libro. cogió uno de tantos y antes de leerlo se quitó la ropa, se puso un pijama y se metió bajo los trapos de la cama. cogió el libro y empezó a leerlo... Bach..., pensó.

san isidro, noviembre de 2008