En el inicio de los tiempos, en la tierra habitaban los dioses, estos dioses vivían separados siendo todos ellos muy solitarios, pero se reunían todos una ves cada quinientos años se reunían en un lugar donde ellos competían y peleaban por ver cual de los dioses tenia las mejores habilidades, este evento cambiaba totalmente a estos los gobernantes de la tierra ya que peleaban entre ellos matándose los unos a los otros y de paso destruían todo lo que encontraban en su camino. Estos dioses creaban terremotos, erupciones volcánicas, diluvios o tornados con el único fin de poder demostrar su grandeza.
Un día un pequeño unicornio se interpuso entre la diosa de los árboles y la diosa de la velocidad que estaban a punto de matar a su hermano; al ver el rostro de desesperación en el unicornio, se detuvieron y se preguntaron el porque ese pequeño animal se esforzaba tanto por el bienestar de su hermano, ya que los dioses no conocían ese sentimiento tan extraño. Después de que reaccionaron, le preguntaron al unicornio el por que arriesgaba su vida ayudando a aquel animal débil. Y este que estaba aterrado, mirando el paisaje de guerra y destrucción que los rodeaba, contesto: el poder no es nada si de todos modos lo vas a usar para dañar a los demás o… ¿por que hacen todo esto?
Las diosas confundidas se miraron y respondieron que todo aquello era para que todos los demás vieran la grandeza de sus habilidades.
Ustedes y sus tontas riñas son las que han matado a toda mi familia y solo quedamos mi hermano y yo, ¿Por qué se destruyen entre ustedes? ¿Acaso no son hermanos?- contesto el unicornio.
Después de oír esto, las diosas fueron en busca del dios del trueno que era el mas viejo y sabio de todos; una ves que llegaron con el, le preguntaron si todos ellos eran hermanos, a lo que el poderoso dios les contesto: si, todos nosotros somos iguales, somos hermanos, y nuestros poderes tienen un solo fin que casi todos hemos olvidado… nosotros vivimos par a ayudar y proteger a los mas débiles y también ayudarnos entre nosotros, pero a lo largo del tiempo estas ideas han sido destruidas por esos deseos egoístas que solo traen destrucción, yo siempre he peleado para convencerlos y regresemos a vivir como hace millones de siglos… todos como familia donde reina la paz.
En ese momento las diosas que habían acudido ante el sabio con una gran duda y una confusión enorme, ahora sabían que lo que hacían estaba mal y decidieron convencer a los demás para que dejaran de cometer esos actos de crueldad que no beneficiaban a nadie. Y de esa manera poco a poco, los dioses fueron volviéndose pacíficos hasta que todos entendieron que ninguna habilidad era mejor a la otra y que si unían sus poderes, las cosas podrían salir mejor.
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