Como un gusano me arrastro, en el frío suelo por el cual caminas. Soy una triste alma perdida en tu pecho, que solloza de placer. Pero en las noches en que no estas, me siento perdido, en un mar de recuerdos atractivos, que me desmoronan, y desarman lo que queda de mí.
Texto agregado el 26-11-2008, y leído por 117 visitantes. (3 votos)