Hay quién se llena la boca diciendo que no miente, que es algo indigno, que la autorrealización personal pasa por ser sincero con uno mismo y con los demás, que la mentira lleva a más mentiras y ello a la destrucción de las más importantes convicciones del ser humano, tanto morales como religiosas, es por ello que este tipo de personas abogan porque se diga siempre la verdad, sin miedo a la reacción de las demás personas y así mismo, estar preparados para recibir verdades de los otros... ¡ Pero que carajo me están contando !, por favor, no se puede ir diciendo siempre la verdad, hay que mentir, pero bien, con convicción, con tal seguridad que nos lo creamos hasta nosotros mismos y por tanto el resto del personal que nos rodea, debe ser así para que no perdamos el trabajo, la pareja, los amigos... Pero un momento, esto lo voy a argumentar con una clasificación ( me encantan ) de mentiras altamente necesarias o en cualquier caso inevitables.
1.- Mentiras por educación. Es la mentira que más se repite a lo largo de la jornada, llegamos al trabajo y nos cruzamos con nuestro jefe, le decimos con una sonrisa “ buenos días “ mientras pensamos “ maldito cabrón “, un poco después nos cruzamos con ese compañero de trabajo, “ buenos días Miguel “ y pensamos “ cornudo de mierda “, y no pararía de dar ejemplos, con el vecino, la suegra, el cuñado pesado, en fin, pongan ustedes nombres y apellidos a esta larga lista.
2.- Mentiras por amor.
Cuando uno o una estima lo que tiene, no quiere perderlo bajo ningún concepto, y en las relaciones de pareja se miente más que habla, estas mentiras quedaron bien descritas en mi columna “ ¿ qué es el amor ? “, así qué pondré otros ejemplos, hay preguntas a las que hay que responder siempre “ no “ ( aunque la verdad sea “ si ” ),
“ cariño, ¿ me huele el aliento ? “ o “ cariño ¿ tengo celulitis ? “, y en el caso de preguntas sobre peso corporal y tamaño de miembros ¡ siempre hay que mentir !.
3.- Mentiras de largo recorrido.
Son de esas mentiras que no se sueltan a lo loco, se preparan con unos días de antelación y nada mejor para explicarla que un ejemplo claro, entras el lunes a trabajar y te refriegas por los ojos una cebolla, te ven moqueando y con lagrimas y dices que estás un poco congestionado, el martes vuelves a hacer lo mismo pero lo acompañas de una leve tos y el miércoles le sumas a todo esto un estornudo cada diez minutos, el jueves confirmas la mentira llamando por la mañana al jefe, “ jefe, creo que tengo una gripe galopante, me duele todo el cuerpo “, el jefe se lo traga después de haber visto como has estado los días anteriores, y ya está, tienes un fin de semana de cuatro días.
4.- Mentiras acopladas.
En estas mentiras se utilizan sin permiso a familiares de tu mujer o amigos, no son de largo recorrido, son rotundas y vienen muy bien para los que tienen el turno de trabajo partido, si estas agotado después de trabajar toda la mañana, llegas a tu casa coges el teléfono y llamas al trabajo, “ jefe, se ha muerto el tío de mi mujer “ o también es muy socorrida esta otra, “ jefe, se ha muerto mi compadre ( acompañado de un breve silencio y un lloro entrecortado ) “, estas mentiras son solo recomendables para personas que tengan buen nivel interpretativo.
Me gustaría que les haya sido de utilidad la columna de hoy, por supuesto que estas mentiras solo las conozco de oídas, este que les habla siempre dice la verdad, “ ¡ achiss ! “, me parece que me estoy resfriando...
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