Inicio / Cuenteros Locales / salgado / Ay de Amalia
Amelia jamás aceptó a ningún hombre, según ella, por el asco que producía el lunar peludo de su cara...
Cuando cumplió los cincuenta, estaba tan sola y triste que se arrojó al mar para convertirse en sal, pero se llenó de corales, se petrificó lentamente y fue la roca más triste…por donde Amelia lloraba, peluda de algas, nacían tifones y los barcos naufragaban...
Un día, un marino se aferró a Amelia, para salvar la vida, y se enamoró de la roca, pues bebió de sus lágrimas y comió de sus algas y se llenó de corales también el marino que se escondía de los barcos rescatores, para quedarse con Amalia por siempre jamás...
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Texto agregado el 25-11-2008, y leído por 315
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