Hacía tanto tiempo que no sabía nada de ella que iba a volverse loco, pero la llamada de aquella tarde le devolvió otra vez la tranquilidad. Iba a verla.
Llegó a su casa y allí estaba. Más guapa que nunca, toda arreglada y maquillada para él.
¡Cómo la quería!
Pero había algo, era como una intuición.
No. No puede ser.
Y alejaba esa idea de su cabeza intentando pensar en otra cosa.
Ella era cada latido de su corazón. Cada vez que respiraba era por ella.
La amaba más que a nada en este mundo.
La miraba embelesado desnudar su cuerpo de ébano, sonriéndole pícaramente. Cómo se acercaba a él gateando despacio, como un felino dispuesto a saltar sobre su presa. El pelo negro azabache sobre la cara, cubriéndole la mirada de noche oscura.
Cuando ella se introdujo entre las sábanas de raso blanco, el calor sensual que desprendía su cuerpo le hizo vibrar y estremecerse de la cabeza a los piés.
Su nariz se dilataba con cada respiración.
Con un dedo le retiró un mechón de pelo de la boca, rozando los gruesos labios entreabiertos.
Sus manos querían abarcarla toda, pero empezó despacio, acariciando la piel de seda morena de su cuello que tanto amaba.
El olor dulzón, como a jazmín, le embriagaba.
Quería fundirse con su diosa. Los dos en un sólo cuerpo. Eran dos llamas de una misma hoguera.
Pero algo notó diferente. Cuando su cuerpo terso se sentó encima de ella, sintió un escalofrío. Le quitó las braguitas y miró horrorizado el cambio.
Sus sospechas se habían hecho realidad. Los genitales eran de mujer.
-Me he operado por tí.
Saltó hacia atrás. No lo podía creer.
-¡Yo te quería como eras!
Bajó de la cama, y salió de la habitación.
Ya lo había planeado.
No hubo peleas. No hubo gritos.
Cuando volvió, algo brillaba en su mano.
Hundió el cuchillo en el cuello de seda que tánto amaba, y en el silencio de una tarde de amor, no pudo oirse el grito traspasado por el frío acero.
La miró. La boca sensual dejó escapar un hilo rojo por la comisura, y las sábanas de raso blanco dibujaron rosas de pasión bajo el cuerpo de ébano.
-Yo te quería como eras.....
Dedicado a todas las mujeres que han muerto..."por amor"
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