Vuelve, a calmar la resaca que me ha dejado el deleite desmedido de tus labios. Vuelve, que las costas de mi cordura están devastadas, por el desbordamiento de los océanos de mi añoranza Vuelve, a tomar mi seguridad absurda, a hacerla flaquear por el miedo de perderte. Vuelve, que me siento inmensa dentro de ti y tan absurda cuando no pronuncias mi nombre Vuelve, a ser más que un recuerdo…
Texto agregado el 25-11-2008, y leído por 258 visitantes. (10 votos)