Ella es el amor de su vida. Él, el amor de la suya. Se ven una vez por semana. Ella es todo lo que él necesita. Él es todo lo que ella soñó. Cada uno es promiscuo a su modo. Pero siguen fieles al otro.
Ella es una chica mundana. Él, un excéntrico romántico. Ella pasa sus fines de semana entre fiestas y drogas satisfaciendo sus deseos de carne y el calor de la entrepierna de muchos. Él pasa sus fines de semana enamorando mujeres, haciéndolas soñar, satisfaciendo sus corazones con versos y abrazos.

Una tarde, él tenía que darle una rosa a la chica. Como no la vio, la siguió. La encontró en una orgía multicolor unida a un hombre y a una mujer. Sensuales, lascivos. Sólo le pasó la rosa junto con un beso tierno en su mejilla.
Ella fue a casa de él. Lo vio en su cama acostado. Sobre el pecho de él, llorando y escuchando música, una niña que lo abrazaba.
Ella regalaba de su cuerpo a otros. Él daba de su corazón a muchas ¿Se engañaban? Él es todo lo que ella necesita. Ella es todo lo que él soñó.