acababa de almorzar. sopa sancochada con huevos y verduras. nunca fui un buen comensal, tan solo embutía lo que estaba servido en esa vieja y pulcra mesa de madera de tantos años, mas de los que tengo, herencia de tatarabuelo... se puede oler aún ese pino inmenso, con sus ramas y esas hojas verde navideñas bailando cuando le llega brisas de aire, y las aves posadas en cada espacio de sus ramas... terminé de comer y luego de agradecer a mis padres subí a mi pieza a escribir un poco. recordaba las tardes de verano con mis hermanos y hermanas... todos ellos están casados, menos yo. dicen que soy feo pero buena personas, es verdad, eso soy pero algo mas soy... ¿no les parece?. dicen mis hermanos que jamás me casaré si no salgo a la calle un poco arreglado, que deje de escribir y leer, de ver la TV o pensar sentado en la vieja banca de mis tatarabuelos. me río cuando hablan esas cosas y les cuento cosas que jamás pasaré y así dejarles contentos aunque no tanto pues hay veces en que van a la casa de mis padres y ven si sigo igual o no... yo me escondo de sus miradas inquisidoras pues no son mas que eso: hermanos... y eso no es nada para mi vida. prefiero estar frente a libros, recuerdos, música y una que otra visita con mis sueños eróticos. les veo pasearse por toda la casa, escondiéndome de ellos como fantasmas... cierro los ojos en mi encierro y recuerdo cosas bellas, tanto que muchas veces viajo hacia ellos. unas veces estoy con alas, otras en el infierno lleno de gente de sonrisas rojas y dolor en todos sus cuerpos quemados o refritos... siempre sonrío ante ello pues he cruzado el hueco negro donde uno pasa de lo real a los sueños... ¿cómo lo hice?. recuerdo estar semidormido, meditando en lo mismo de siempre cuando se me abrió en medio de la oscuridad de mi semisueño un hueco blanco lleno de luz en plena oscuridad. entré y vi otro mundo. ¿es el cielo?, pregunté a mí mismo. no, escuché que yo mismo respondía. pasé y corrí por ese valle lleno de sol y gente blanca, roja, negra, de todos los colores... hasta las bestias pastaban, jugaban ante ese ambiente especial... sentí que les podía gobernar, pero, para qué... mejor seguir disfrutando de ese paisaje cuando pudiera entrar que fue todas las noche... y, una que otra vez de día... mis hermanos se fueron pero no me di cuenta de cuándo. salí de mi escondite y fui hacia la mesa de lectura... quise leer porque en mi entrada al mundo de los sueño una anciana mujer me había dicho que leyera pues en el futuro iba a ser un gran escritor, pero desconocido. me gustó mucho las palabras de la anciana pero me llamó la atención ver que mientras buscaba el hueco de salida todas las criaturas me miraban como nunca antes... y decía: el artista... me dio gusto y salí de aquel bello e indescriptible mundo pues cómo podía narrar lo que veía: un huevo negro de donde salían bellas palabras, un manto de oro en donde brotaban libros dorados pero con las páginas en blanco, un ave inmenso pero que en vez de hablar tan solo escupía y de sus escupitajos brotaban mas letras... era algo sin sentido, y esas casas en donde no existía techo, tan solo el cielo, y bellas ninfas desnudas declamando poesías pero con voz de hombres... en fin, era algo inenarrable... salí como les contaba y fui directo a escribir... y puse la primera palabra: nunca... de pronto una suave voz y unas suaves manos me cogieron de la espalda. volteé pero nada... seguí escribiendo y puse una letra mas: nunca escribí... nuevamente la voz pero sentí que brotaba de mis labios, es decir, era yo quien hablaba y el mismo quien tocaba mi cuello... me reí mucho y seguí con la tercera palabra: nunca escribí nada... la luz de mi cuarto se apagó pero pude ver que mis letras brillaban, así que seguí con mi tercera palabra y la cuarta y la quinta y la sexta hasta que perdí la contabilidad y la conciencia... quedé dormido sin saber y cuando desperté estaba en el mundo de los sueños... junto a esas criaturas bellas aunque desconocidas a mis conceptos de belleza... me paré y caminé por ese valle de encanto, escuchando: el artista...
san isidro, noviembre del 2008 |