El tiempo, con manchas de sudor en sus axilas.
Los condecorados, con la frente arrugada de sus
medallas.
La metralla, en la carne cualquiera de los vencidos.
La Iglesia, donde van a drogarse los corderos.
Los honrados, con su bragueta abierta de pena.
Los herederos, con olor a tabaco y entierro.

Sexo, diferido hasta el culo.
La policía, de gorra según las ordenanzas.
Mi calle, cuesta arriba aún yendo para abajo.
Tu cuerpo, mi universidad a corta distancia.

Las voces que no responden mi llamada
las faltas de nada
los pecados por omisión
los errores con erratas
putos diputados, putas telegénicas
cojones con condón para vaginas desechables

y al final... mi alma, con muy mal cuerpo