Un día te llegará el turno, de llorar toda la noche.
En soledad, sin consuelo por un amor ya perdido.
Descubrirás que tu llanto no cambiará lo que siente;
Pero no debes culparlo, por ti también han llorado.
Así es como son las cosas, no te quieren porque quieres.
Ni quieres porque te quieran; eso sólo la paciencia quizá pueda manejarlo.
Mientras aguardas que llegue, quien sienta igual que tú.
Aunque te estalle el pecho y ese nudo en la garganta;
No deje digas palabras que le quisieras gritar.
No te aguantes el llorar, si en verdad es lo que sientes.
Que esa lluvia de lágrimas lavando penas te renovará.
Sentirás crecer de golpe, descubrirás que los cuentos de hadas;
son solamente eso; cuentos y nada más.
No te encierres ni te dejes vencer por la tristeza;
ni por esa rara mezcla de furia, amor y dolor.
Más dale un tiempo al tiempo, que de a poco irá curando,
las heridas que dejaron, en llagas tu corazón.
Cuando pase lo peor ;verás saldo positivo.
Tendrás sonrisas, caricias y recuerdos compartidos,
para guardarlos junto a tus mas preciados tesoros, en el baúl de tu alma.
Haz el duelo necesario, no te quedes encerrada y continúa viviendo.
Sin olvidar que todo acto, lleva consigo un riesgo,
Y este es el que pagamos, cuando vivimos de amor.

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