Poema dedicado a mi reina, la dueña de mi corazón Venus Maritza [yetsenia]
Desconsuelo lejos de ti
Con el desconsuelo de mi existir,
se derrocha la esperanza por vía de la distancia,
de ver esos lustres,
que son tus ojos angélicos.
Al examinar,
se desahucia ya la tardíamente entristecida, quejumbrosa,
con un tono cerúleo hosco.
Como figuro exinanido sin ímpetu,
yo sin tu amor disoluto en medio de un árido desierto,
perdido y sediento de sed.
Sin ni si quiera acertar un oasis de aguas frescores que son tus besos.
Como un ruiseñor que no obtiene trinar,
ni vocalizar una cuerda vocal.
.
Mi guitarra ya no suena,
no consigo afinar el timbre de mi voz,
no es el de ayer, no es mismo, no es el de antes.
Date cuenta que te amo,
enterate que te quiero,
date cuenta que te espero,
date cuenta que me extingo,
si tu no estas aquí.
Date cuenta
que vivo siempre triste estando constantemente lejos de ti.
Date cuenta que Dios y tu son mi vida, mi vista.
Tu voz es esa melodía,
que me colma día con día,
como las lisonjas de tus manos,
esos besos lejanos de tus labios.
Si algún día me niegas,
las caricias de tus manos,
los besos de tu amor, de tus labios,
Clausuraría mi razón de existir.
Date cuenta que te amo,
date cuenta que te adoro.
Date cuenta
que estoy inmensamente enamorado de ti.
Date cuenta que Dios y tu son la razón de mi vivir
Y ser feliz.
Autor John Anthony
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