Fui su compañero en el Darío Salas. La recuerdo pequeñita, morena y vivaz a sus doce o trece años. Yo, había elegido un puesto bien rezagado, propio de los que no les interesa el estudio y sí, las trapacerías. Entre ellas, caricaturizar a los profesores, desatender las clases y reírme de las tallas del Carlos Bravo, mi compañero de aquellos postreros pupitres.
Era de las alumnas aplicadas, muy despierta y risueña. No creo haber entablado jamás una conversación con ella, pero, tampoco puedo jurar no haberla dibujado jamás. Pero, fuimos compañeros de clase, ella promovida año a año con excelentes calificaciones y yo, rasguñando la nota mínima para pasar de curso.
No sé cuando divergieron nuestros caminos. Se fue, absorbida por la marea de aquellos lejanos años o fui yo el que se separó de su existencia. Pese a haber sido por varios años, compañeros de curso, la vida nos trató como si fuésemos dos perfectos desconocidos.
Muchos años más tarde, olvidado ya de este fatigoso transitar por el liceo, me enteré por la prensa de la época, de su triste final. Algo que me conmovió lo justo para intentar atrapar la escasa memoria que tenía de ella. La vi en las fotografía de la prensa, igual de pequeña y con unos lentes que ya no recordaba. Lo esencial: había sido otra víctima del más oscuro régimen que haya asolado nuestra patria. En aquella época, hasta se ironizó jocosamente con su muerte, deleznables caricaturas intentaron trivializar un hecho que, años después, terminó con los culpables en la cárcel.
Y hoy, la recuerdo, semi borrada por la multitud de años, allí, en los puestos de avanzada del curso, participando activamente de la clase y yo, tratando de fugarme de la sala para retozar libre en el extenso patio. Y mientras la rememoro, una nota de nostalgia sacude mi pecho.
Dios quiera que la justicia haya reparado en parte el inmenso dolor de esa familia por la pérdida de su amada hija Lumi Videla, idealista mujer, a la cual le arrebataron la vida en plena juventud. Combativa mujer, a la cual, la historia le tejió el hermoso traje de heroína que se merecía…
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