Tú ganas.
No quiero seguir, te ofrezco mi derrota y mi cansancio.
No más risas forzadas, levantar cabeza y continuar.
Eso ya no es para mi, no tengo un lugar.
Me rindo, acepto tu victoria.
Demasiada lucha, demasiados años,
demasiado caminar cojeando, pero caminar.
Ya no quiero andar más.
Dame tiempo e iré a ti, sólo un poco más de tiempo
para dejar todo arreglado antes de partir.
Sé el camino a seguir y estoy cansada,
muy cansada.
Esta noche sacrifico mi Alma de niña ilusionada,
morirá en la hoguera del dolor gritando entre las llamas,
pero mientras, a cambio, arrancame el corazón,
apartalo de mi, llévalo lejos de mi,
entiérralo, no lo quiero.
Que al llegar la mañana no pueda sentir
absolutamente nada.
Y me convertiré en lo que tú quieres que sea...
ya no me guardaré,
no queda qué guardar ni para quien.
No me apresures, sólo un poco más de tiempo...
para despedirme de lo mío en silencio.
Dame sólo esta noche,
una última noche con Alma,
una última vez antes de entregarme a ti.
Al despertar, viviré lo poco que me quede
a tu voluntad y hasta el fin.
Me rindo...esta vez si, prepara mi sitio,
de todos tus ángeles rotos
siempre fuí el más maldito. |